Descripción médica de Genotropin

Farmacodinámica

La somatropina es una potente hormona metabólica que desempeña un papel importante en el metabolismo de los lípidos, los hidratos de carbono y las proteínas. La somatropina se produce en células de Escherichia coli mediante tecnología de ADN recombinante. En niños con deficiencia de hormona de crecimiento endógena, la somatropina acelera el crecimiento lineal del esqueleto y la velocidad de crecimiento. Tanto en adultos como en niños, la somatropina mantiene un físico normal aumentando la captación de nitrógeno, acelerando el crecimiento del músculo esquelético y movilizando la grasa corporal. El tejido adiposo visceral es especialmente sensible a la somatropina. Además de estimular la lipólisis, la somatropina reduce la entrada de triglicéridos en los depósitos de grasa. Las concentraciones séricas de IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina de tipo 1) e IGFBP-3 (proteína de unión del factor de crecimiento similar a la insulina de tipo 3) aumentan bajo la influencia de la somatropina. Además, se han demostrado las acciones que se describen a continuación.

  • Metabolismo lipídico. La somatropina estimula los receptores de colesterol de baja densidad (LDL) en el hígado y afecta a los perfiles séricos de lípidos y lipoproteínas. En general, el uso de somatropina en pacientes con deficiencia de hormona del crecimiento produce una disminución de las concentraciones de LDL y apolipoproteína B. También puede producirse una disminución de los niveles de colesterol total. También puede producirse una disminución de los niveles de colesterol total.
  • Metabolismo de los hidratos de carbono. La somatropina aumenta los niveles de insulina, pero los niveles de glucosa en ayunas no suelen modificarse. Los niños con hipopituitarismo pueden presentar hipoglucemia en ayunas. La somatropina revierte esta situación.
  • Metabolismo del agua y la sal. El déficit de hormona del crecimiento se asocia a una disminución de los volúmenes de plasma sanguíneo y de líquido tisular. Ambos aumentan rápidamente tras el tratamiento con somatropina. La somatropina contribuye a la retención de sodio, potasio y fósforo en el organismo.
  • Metabolismo óseo. La somatropina estimula la renovación del tejido óseo esquelético. En pacientes con deficiencia de la hormona del crecimiento y osteoporosis, el tratamiento a largo plazo con somatropina produce un aumento de la composición mineral ósea y de la densidad ósea en los puntos de apoyo.
  • capacidad física. El tratamiento a largo plazo con somatropina aumenta la fuerza muscular y la resistencia física. La somatropina también aumenta el gasto cardíaco, pero aún no se ha aclarado el mecanismo de este efecto. Una disminución de la resistencia vascular periférica puede desempeñar un papel.

En estudios clínicos realizados en niños nacidos pequeños para la edad gestacional, se utilizaron dosis de 0,033 a 0,067 mg/kg de peso corporal al día hasta alcanzar el crecimiento final. En 56 pacientes tratados de forma continuada que alcanzaron (o casi alcanzaron) el crecimiento final, el valor de la desviación estándar (VDE) para el cambio medio en el crecimiento desde el inicio del tratamiento fue de +1,90 VDE para la dosis de 0,033 mg/kg/día y de +2,19 VDE para la dosis de 0,067 mg/kg/día. Los datos publicados sobre niños nacidos pequeños para la edad gestacional que no recibieron tratamiento y que no alcanzaron espontáneamente un crecimiento normal sugieren un retraso del crecimiento dentro de 0,5 VSG.

Farmacocinética

Absorción. La biodisponibilidad de la somatropina administrada por vía subcutánea es de aproximadamente el 80 % tanto en voluntarios sanos como en pacientes con deficiencia de hormona del crecimiento. Una dosis de 0,035 mg/kg de somatropina administrada por vía subcutánea da lugar a los siguientes intervalos de valores plasmáticos de Cmáx y tmáx: 13-35 ng/ml y 3-6 horas, respectivamente.

Conclusiones. La semivida marginal media tras la administración de somatropina a adultos con deficiencia de hormona del crecimiento es de aproximadamente 0,4 horas. Sin embargo, tras la administración subcutánea, la semivida puede alcanzar las 2-3 horas. La diferencia observada se debe probablemente a una absorción más lenta desde el punto de inyección tras la administración subcutánea.

Subpoblación. La biodisponibilidad absoluta de la somatropina por administración subcutánea es similar en sujetos masculinos y femeninos.

No se dispone de información, o ésta es incompleta, sobre la farmacocinética de la somatropina en pacientes ancianos y pediátricos, en pacientes de diferentes razas y en pacientes con disfunción renal y hepática o insuficiencia cardiaca.

Datos preclínicos sobre seguridad.

No se observaron efectos clínicamente relevantes en los estudios de toxicidad general, tolerabilidad local y toxicidad reproductiva.

Los estudios de genotoxicidad in vitro e in vivo sobre mutaciones génicas e inducción de aberraciones cromosómicas fueron negativos.

En un estudio in vitro, se observó un aumento de la fragilidad cromosómica en linfocitos tomados de pacientes tras un tratamiento a largo plazo con somatropina y la posterior administración del fármaco radiomimético adicional bleomicina. La importancia clínica de este resultado no está clara.

En otro estudio, no se encontraron anomalías cromosómicas en linfocitos tomados de pacientes tras un tratamiento a largo plazo con somatropina.

Cómo llegar

Niños.

Trastornos del crecimiento debidos a una secreción insuficiente de hormona del crecimiento (deficiencia de hormona del crecimiento).

Trastornos del crecimiento asociados al síndrome de Turner o a la ERC.

Trastornos del crecimiento (desviación típica de la estatura actual inferior a -2,5 y desviación típica de la estatura determinada genéticamente inferior a -1) en niños de baja estatura que nacieron por debajo de la norma para su edad gestacional, con una desviación típica del peso corporal y/o de la talla inferior a -2, y que no alcanzaron un crecimiento adecuado para su edad (desviación típica de la velocidad de crecimiento inferior a 0 en el último año) antes de los 4 años de edad o más.

Síndrome de Prader-Willi para mejorar el crecimiento y la estructura corporal. El diagnóstico del síndrome de Prader-Willi debe confirmarse mediante pruebas genéticas adecuadas.

Adultos.

Terapia de sustitución para adultos con deficiencia grave de la hormona del crecimiento.

Inicio de la deficiencia de la hormona del crecimiento en la edad adulta. Pacientes con deficiencia grave de la hormona del crecimiento asociada a deficiencias hormonales múltiples debidas a trastornos hipotalámicos o hipofisarios conocidos y pacientes con deficiencia de al menos una de las hormonas hipofisarias excepto la prolactina. Estos pacientes deben someterse a pruebas dinámicas apropiadas para determinar la presencia o ausencia de deficiencia de hormona del crecimiento.

Inicio de la deficiencia de la hormona del crecimiento en la infancia. Pacientes que desarrollaron deficiencia de la hormona del crecimiento en la infancia debido a causas hereditarias, genéticas, adquiridas o desconocidas. Para los pacientes con deficiencia de la hormona del crecimiento desarrollada en la infancia, es necesario repetir la prueba de la capacidad de secreción hormonal tras el final del crecimiento longitudinal. Para los pacientes con una alta probabilidad de deficiencia permanente de la hormona del crecimiento (por ejemplo, causas hereditarias o deficiencia secundaria de la hormona del crecimiento debida a una enfermedad hipotálamo-hipofisaria o a un accidente cerebrovascular), un valor medio de desviación del factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1) inferior a -2 sin tratamiento con hormona del crecimiento durante al menos 4 semanas debe considerarse suficiente para justificar el diagnóstico de deficiencia de la hormona del crecimiento.

Para los demás pacientes, debe realizarse una prueba de IGF-1 y una prueba de estimulación de la hormona del crecimiento.

Contraindicaciones

Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes del medicamento.

La somatropina no debe administrarse en presencia de cualquier evidencia de actividad tumoral. Los tumores intracraneales deben estar inactivos y el tratamiento antitumoral debe haberse completado antes de iniciar la terapia con hormona de crecimiento. Si hay signos de crecimiento tumoral, debe interrumpirse el tratamiento.

Genotropin no debe utilizarse para la estimulación del crecimiento en niños con zonas de crecimiento epifisario cerradas.

El tratamiento con Genotropin está contraindicado en pacientes en estado crítico agudo debido a complicaciones de cirugía a corazón abierto, cirugía de la cavidad abdominal, tras traumatismos múltiples, insuficiencia respiratoria aguda u otras afecciones similares.

Interacción con otros medicamentos y otros tipos de interacciones

El uso concomitante de glucocorticoides inhibe el efecto promotor del crecimiento de los preparados de somatropina. Los pacientes con deficiencia de hormona adrenocorticotrópica deben ser cuidadosamente seleccionados para la terapia de reemplazo de glucocorticoides para evitar cualquier efecto inhibidor del crecimiento.

Por lo tanto, el crecimiento de los pacientes tratados con glucocorticoides debe controlarse cuidadosamente para evaluar los efectos potenciales del uso de glucocorticoides sobre el crecimiento.

La hormona del crecimiento reduce la conversión de cortisona en cortisol y puede dar lugar a la manifestación de una hipofunción suprarrenal central no diagnosticada previamente o hacer ineficaz el uso de dosis bajas de glucocorticoides para el tratamiento sustitutivo (ver “Datos de administración”).

Los datos obtenidos en un estudio de interacciones medicamentosas en pacientes adultos con deficiencia de hormona del crecimiento sugieren que la administración de somatropina puede aumentar el aclaramiento de compuestos metabolizados por isoenzimas del citocromo P450. El aclaramiento de los compuestos metabolizados por el citocromo P450 3A4 (como las hormonas esteroideas sexuales, los corticosteroides, los anticonvulsivantes y la ciclosporina) puede aumentar excesivamente, dando lugar a una disminución de la concentración plasmática de estas sustancias. Se desconoce la importancia clínica de este hecho.

Para más información sobre diabetes mellitus y disfunción tiroidea, ver sección ‘Datos de administración’.

Las mujeres que reciben terapia de sustitución estrogénica oral pueden requerir una dosis mayor de hormona de crecimiento para alcanzar el objetivo del tratamiento (ver sección “Detalles de la administración”).

Peculiaridades de uso

El diagnóstico, el inicio del tratamiento con Genotropin y el seguimiento posterior deben ser realizados por médicos cualificados con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de pacientes según las indicaciones.

La miositis es un efecto secundario muy poco frecuente, que puede estar causado por la acción del conservante contenido en el preparado de m-cresol. En caso de mialgia o aumento del dolor en el punto de inyección, debe suponerse la existencia de miositis. Si esto se confirma, debe utilizarse la forma del preparado Genotropin sin m-cresol.

Sensibilidad a la insulina.

La somatropina puede reducir la sensibilidad a la insulina. En pacientes con diabetes mellitus, puede ser necesario un ajuste de la dosis de insulina tras iniciar el tratamiento con somatropina. Los pacientes con diabetes mellitus, intolerancia a la glucosa o factores de riesgo adicionales de diabetes mellitus deben ser monitorizados durante el tratamiento con somatropina.

Función tiroidea.

La hormona del crecimiento acelera la conversión periférica de T4 a T3, lo que puede causar una disminución de la concentración sérica de T4 y un aumento de la concentración sérica de T3. Aunque las concentraciones periféricas de hormona tiroidea permanecen normales en la mayoría de los voluntarios sanos, es teóricamente posible que los pacientes con hipotiroidismo subclínico desarrollen hipotiroidismo. En consecuencia, todos los pacientes deben tener controlada su función tiroidea. En pacientes con hipopituitarismo que reciben tratamiento sustitutivo estándar, debe vigilarse cuidadosamente el posible efecto del tratamiento con hormona de crecimiento sobre la función tiroidea.

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